REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
MINISTERIO
DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACIÓN UNIVERSITARIA
UNIVERSIDAD
BOLIVARIANA DE VENEZUELA
SEDE
VALLES DEL TUY – ESTADO BOLIVARIANO DE MIRANDA
PROGRAMA
DE FORMACIÓN DE GRADO EN AGROECOLOGÍA
UC.E:
RECURSOS HIDROBIOLÓGICOS.
ECOSISTEMAS
Profesor:
Fernando
Piñango
|
Estudiante:
Francys
Parra
|
Ocumare del Tuy, Enero de 2012.
INTRODUCCION
Los ecosistemas han adquirido, políticamente, especial relevancia ya que
en el Convenio sobre la Diversidad Biológica («Convention on Biological Diversity», CDB) —ratificado por más de 175
países en Río de Janeiro en junio de 1992.— se establece «la protección de los ecosistemas, los
hábitats naturales y el mantenimiento de poblaciones viables de especies en
entornos naturales»[6] como un compromiso de los países ratificantes. Esto ha creado la
necesidad política de identificar espacialmente los ecosistemas y de alguna
manera distinguir entre ellos. El CDB define un «ecosistema» como «un complejo
dinámico de comunidades vegetales, animales y de microorganismos y su medio no
viviente que interactúan como una unidad funcional»
Varios sistemas de clasificación acuáticos están también disponibles.
Hay un intento del Servicio
Geológico de los Estados Unidos («United States Geological
Survey», USGS) y la Inter-American Biodiversity Information Network (IABIN)
para diseñar un sistema completo de clasificación de ecosistemas que abarque
tanto los ecosistemas terrestres como los acuáticos.
Desde una perspectiva de la filosofía de la ciencia, los ecosistemas no
son unidades discretas de la naturaleza que se pueden identificar simplemente
usando un enfoque correcto para su clasificación. De acuerdo con la definición
de Tansley ("aislados mentales"), cualquier intento de definir o
clasificar los ecosistemas debería de ser explícito para la asignación de una clasificación
para el observador/analista, incluyendo su fundamento normativo.
El concepto de ecosistema es
preciso y muy importante y hay que escrutarlo para poder entender el
funcionamiento y relación de la naturaleza y así poder llegar a la compresión
de la organización ecológica para la conservación y equilibrio entre los animales, plantas y sus entornos
físicos.
Antes de entrar de lleno en los
ecosistemas, conviene que nos demos cuenta de que, el principal protagonista de
todo esto, somos nosotros, o sea el ser humano y por aproximación a nosotros,
nuestros parientes más cercanos primero, y más lejanos después, o sea los seres
vivos, desde los mamíferos más evolucionados, hasta las bacterias más simples.
El ser vivo, solo puede vivir, en un
medio determinado, o sea en su MEDIO ambiente
que es el lugar donde habita y donde están todos los factores con los que
interactúa y se relaciona, ya sean bióticos (otros seres vivos) o bien
abióticos (suelo, clima, relieve).
Estas relaciones pueden ser:
Intraespecificas.- Con seres vivos de
su misma especie (familiares, gregarias, colonias, estatales), se busca la cooperación
para sobrevivir mejor.
Interespecificas.- Cuando la relación
es con individuos de otras especies (simbiosis, comensalismo, parasitismo,
depredación) se busca también la supervivencia.
En cuanto a la relación con los
factores abióticos son los vegetales los que más se relacionan pues dependen
del suelo (composición, pH, humus, grado de humedad etc.) y del clima
(pluviosidad, temperatura, luz, etc.) para poder vivir, los animales también están
condicionados por estos factores; existiendo lo siguientes conceptos:
Factor Limitante.- que es aquel factor
abiótico que por su exceso o defecto limita el crecimiento, reproducción o
cualquier otra respuesta del ser vivo en cuestión.
Rango de Tolerancia.- Son los valores
del factor abiótico que favorecen la vida de la especie de ser vivo en cuestión
Valor Optimo.- Es el valor que permite
el máximo crecimiento y reproducción.
Además los seres vivos han
desarrollado mecanismos de ataque y defensa adecuados a su medio ambiente así
podemos observar:
Vegetales con
espinas o venenos.
Animales con
formas y colores adecuados para camuflarse
en su medio (mariposas, camaleón...). Con cuerpos preparado para huir (gacela, liebre...) o para defenderse (toros, elefantes, víbora,
erizo...)
En resumen, cada especie está adaptada
por la evolución, a vivir en su Medio Ambiente.
Individuo------
población------ comunidad----- ecosistema----- biosfera
Individuo: organismo capaz de reproducirse, que funciona como un
todo organizado; realiza todas sus funciones vitales siempre que pueda obtener
del medio suficiente materia y energía. Es la base de los niveles de
organización ecológica
Población: es un grupo de individuos de la misma especie capaces
de reproducirse entre sí y que habitan en un lugar y
tiempo determinado
Comunidad: es el conjunto de población de distintas especies, que
viven en un área o
hábitat físico y tiempo determinado, y que interactúan entre si
Ecosistema: es cualquier lugar o medio donde se encuentran
interactuando los seres vivos o factores bióticos y los abióticos
Biosfera: es la capa de
aire, agua y
tierra donde se encuentra o es posible el desarrollo de la vida.
Es un término muy amplio que abarca no solo el espacio
físico ocupado por un organismo sino su papel funcional como miembro de una
comunidad.
Depende no solo de donde vive sino también la
función que desempeña en ella.
Es un territorio en el que una especie o un grupo de
especies encuentran un complejo uniforme de condiciones de vida a las que están
adaptadas. Lugar donde puede encontrarse habitualmente los individuos de una
especie determinada.
Un Ecosistema:
Es un sistema natural que está formado por un conjunto de organismos vivos (biocenosis) y el medio físico donde se relacionan (biotopo). Un ecosistema es una unidad compuesta de organismos interdependientes
que comparten el mismo hábitat. Los ecosistemas suelen formar una serie de cadenas que muestran la
interdependencia de los organismos dentro del sistema.
Los ecosistemas se caracterizan por:
Ser sistemas cerrados
Estar formados por elementos
bióticos y abióticos
Poseen componentes que
interacciona estableciendo mecanismos de retroalimentación
Presentan interacciones que
establecen redes tróficas
Un ecosistema está formado por todos los elementos físicos de una
región concreta: formas del relieve, los ríos, el clima, el suelo, etc., junto
a los seres vivos que habitan en dicha región y las relaciones que existen
entre estos seres vivos.
Componentes y factores de
un ecosistema
Todo
ecosistema está formado por dos componentes:
uno, el biotipo, que puede ser acuático o terrestre y que constituye el medio
físico del segundo, la biocenosis, integrada por todos los seres vivos.
Todo
aquello que caracteriza a los componentes de un ecosistema se denomina factor. Los factores se clasifican en:
Factores
abióticos: Son todas la variables que caracterizan al
biotipo o medio físico y permiten la vida de los organismos que están adaptados
a ellos.
Factores abióticos
químicos: pH, composición del suelo, gua, aire, sustancias químicas.
Factores abióticos
físicos:
lluvias, luz solar, clima, temperatura.
Factores
bióticos: son propios de los seres
vivos que habitan en el ecosistema, las relaciones que establecen entre ellos y
las influencias que ejercen en el medio.
El medio físico. Factores abióticos.
Se pueden
clasificar en:
Geográficos: Determinados por el relieve de la zona
e influyen en los ecosistemas terrestres.
Ambientales: En el ecosistema terrestre están
relacionados con el clima (humedad, presión atmosférica, temperatura, vientos),
y en los ecosistemas acuáticos dependen de la profundidad y la temperatura del
agua así como de la luminosidad.
Edáficos: Se refieren a la naturaleza y
composición del suelo.
Químicos: Se deben a las sustancias disueltas
en el agua o dispersas en el aire atmosférico. Son muy importantes en el medio
acuático.
En
la selva húmeda tropical, existe competencia por la luz, para captar la mayor
cantidad de luz posible las plantas poseen hojas de gran tamaño.
Los seres vivos. Factores bióticos.
En
un ecosistema los seres vivos no viven aislados sino que se relacionan unos con
otros, dando lugar a diversas asociaciones o interacciones:
Relaciones Intraespecíficas:
Como
por ejemplo la familia, constituida por un macho y una hembra de la misma
especie para procrear. La población también es otro ejemplo de este tipo de
asociación, es decir, un conjunto de individuos de la misma especie que ocupan
un territorio común. Se pueden distinguir varios tipos de poblaciones:
Coloniales: Constituidas por
organismos unidos y comunicados entre sí y que se originan a partir de un mismo
progenitor.
Gregarias: Están formadas por la
reunión de individuos de distintas familias para conseguir un objetivo concreto.
Estatales: Integradas por individuos
que presentan diferencias anatómicas y fisiológicas u entre los cuales existe
una división del trabajo.
Relaciones Interespecíficas:
Son las que se establecen entre los
individuos de distinta especie. Las más importantes especies son:
Competencia: Dos individuos de especies
diferentes luchan por conseguir un beneficio.
Las plantas de un bosque compiten por
la luz
Depredación: Un individuo de una
especie (depredador) acecha, persigue y captura a otro de distinta especie
(presa) para alimentarse.
El camaleón es el depredador y el
insecto la presa
Simbiosis: Dos o más individuos de
especies distintas se asocian, viven en íntima relación y se benefician
mutuamente.
Un liquen es el resultado de la
simbiosis entre un alga y un hongo
La simbiosis
de limpieza es un ejemplo de beneficio mutuo. Aquí, un pez cirujano deja que un
pez limpiador lo libere de parásitos. Mientras este se libera de sus parásitos,
el limpiador obtiene una rica oferta alimenticia.
Parasitismo: Un individuo (parásito) vive a costa
de otro (huésped), al que perjudica gravemente pudiendo llegar a producirse la
muerte.
Cuscuta:
planta que se alimenta de otras sobre las que vive.
Comensalismo: Una sola de las especies
(comensal) se beneficia, sin que la otra (huésped) resulte afectada por su
presencia o acción.
El tiburón proporciona alimento y
protección al pez rémora
Inquilinismo: Un individuo (inquilino)
se asocia a otro de distinta especie que le sirve de alojamiento
El cangrejo ermitaño vive dentro de
conchas de moluscos vacías.
La estructura
de un ecosistema se habla a veces de la estructura abstracta en la que las
partes son las distintas clases de componentes, es decir, el biotopo y la biocenosis, y los
distintos tipos ecológicos de organismos (productores, descomponedores, predadores, etc.).
Pero los ecosistemas tienen además una estructura física en la medida en que no
son nunca totalmente homogéneos, sino que presentan partes, donde las
condiciones son distintas y más o menos uniformes, o gradientes en alguna
dirección.
El ambiente ecológico aparece
estructurado por diferentes interfases o límites más o menos definidos,
llamados ecotonos, y por
gradientes direccionales, llamados ecoclinas, de
factores fisicoquímicos del medio. Un ejemplo es el gradiente de humedad,
temperatura e intensidad lumínica en el seno de un bosque, o el gradiente en
cuanto a luz, temperatura y concentraciones de gases (por ejemplo O2)
en un ecosistema lentico.
La estructura física del
ecosistema puede desarrollarse en la dirección vertical y horizontal, en ambos
casos se habla estratificación.
Estructura
vertical. Un ejemplo claro e importante es el de la estratificación lacustre,
donde distinguimos esencialmente epilimnion, mesolimnion (o
termoclina) e hipolimnion. El perfil del suelo, con su subdivisión en
horizontes, es otro ejemplo de estratificación con una dimensión ecológica. Las
estructuras verticales más complejas se dan en los ecosistemas forestales,
donde inicialmente distinguimos un estrato herbáceo, un estrato arbustivo y un
estrato arbóreo.
Estructura
horizontal. En algunos casos puede reconocerse una estructura horizontal, a veces
de carácter periódico. En los ecosistemas ribereños, por
ejemplo, aparecen franjas paralelas al cauce fluvial,
dependientes sobre todo de la profundidad del nivel freático. En
ambientes periglaciales los fenómenos periódicos relacionados con los cambios
de temperatura, helada y deshielo, producen
estructuras regulares en el sustrato que afectan también a la biocenosis. Algunos
ecosistemas desarrollan estructuras horizontales en mosaico, como ocurre en extensas
zonas bajo climas tropicales de dos estaciones, donde se combina la llanura herbosa y el bosque o el matorral espinoso, formando
un paisaje característico conocido como la sabana arbolada.
Constituyentes de un Ecosistema
Son constituyentes fundamentales de un ecosistema las
sustancias inorgánicas o elementos abióticos (agua, carbono, dióxido de
carbono, etc.); las sustancias orgánicas (lípidos, proteínas, carbohidratos,
etc.), que son producidos por los organismos vivientes; los factores
ambientales abióticos (humedad, temperatura, etc.); y tres componentes también
fundamentales: los autótrofos, heterótrofos y descomponedores.
Autótrofos
Los autótrofos son plantas verdes capaces de hacer la fotosíntesis (transformación de
sustancias inorgánicas en compuestos orgánicos por medio de la luz).
Los autótrofos son los organismos productores, que
realizan su función mediante la fijación de la energía luminosa, consumo de
sustancias inorgánicas de estructura simple y la constitución de moléculas de
estructura cada vez más complejas.
Heterótrofos
Los heterótrofos son los consumidores; utilizan,
reestructuran y consumen materiales complejos. Se trata de animales que se
nutren de materiales previamente transformados, o de otros organismos animales.
Descomponedores
Los descomponedores (hongos y bacterias) son los encargados de descomponer
en sustancias más simples la materia protoplasmática de los productores y
consumidores muertos
Funcionamiento
del ecosistema.
El ecosistema funciona como un sistema prácticamente
cerrado, sin influencias externas (el ejemplo más demostrativo es el de un
lago).
La energía lumínica procedente del Sol es captada por los
productores primarios (autótrofos), quienes la transforman en materia orgánica,
punto de partida de la cadena alimentaria (o red trófica); el ecosistema se equilibra cuando la producción de
materia orgánica (biomasa) se mantiene estable (es el punto que se denomina clímax).
En principio, cuando sólo hay organismos autótrofos, la
biomasa aumenta muy rápidamente, hasta que aparecen los primeros herbívoros,
que hacen disminuir la velocidad de producción de la misma; la llegada de
carnívoros equilibra el consumo de materia orgánica al reducir el número de
herbívoros. Los descomponedores, presentes desde el inicio, cierran la cadena.
El funcionamiento de todos los
ecosistemas es parecido. Todos necesitan una fuente de energía que, fluyendo a través de los distintos
componentes del ecosistema, mantiene la vida y moviliza el agua, los minerales
y otros componentes físicos del ecosistema. La fuente primera y principal de
energía es el sol.
En todos los ecosistemas existe,
además, un movimiento continúo de los
materiales. Los diferentes elementos químicos pasan del suelo, el agua o
el aire a los organismos y de unos seres vivos a otros, hasta que vuelven,
cerrándose el ciclo, al suelo o al agua o al aire.
En el ecosistema la materia se
recicla -en un ciclo cerrado- y la energía pasa - fluye- generando organización
en el sistema.
Materia y energía en los
ecosistemas
Todos los seres vivos necesitan
materia y energía para llevar a cabo sus funciones vitales. Toda la energía
utilizada por los seres vivos proviene del Sol, está energía es consumida y ya
no volverá a ser utilizada por los seres vivos, por eso se dice que la energía
que atraviesa un ecosistema es unidireccional,
es decir, fluye en una sola dirección. La materia orgánica procedente de restos
y cadáveres de seres vivos es transformada por algunos microorganismos en
materia inorgánica. Esta materia es consumida por los seres autótrofos y
heterótrofos. A su vez, cuando estos mueren, sus restos son de nuevo
transformados en materia inorgánica, es por ello, que la materia constituye un ciclo cerrado en el ecosistema.
Ciclos de la materia del
ecosistema.
Los elementos químicos que forman
los seres vivos (oxígeno, carbono, hidrógeno, nitrógeno,
azufre y fósforo, etc.) van pasando de unos niveles tróficos a otros. Las
plantas los recogen del suelo o de la atmósfera y los convierten en moléculas
orgánicas (glúcidos, lípidos, proteínas y ácidos nucleicos). Los animales los
toman de las plantas o de otros animales. Después los van devolviendo a la
tierra, la atmósfera o las aguas por la respiración, las heces o la
descomposición de los cadáveres, cuando mueren.
Ciclo
energético del ecosistema
La presencia de los productores,
consumidores y descomponedores en los ecosistemas hace posible que el flujo de
la materia sea cíclico: los distintos elementos químicos que forman parte de
los seres vivos vuelven al mundo inorgánico y son reutilizados. El carbono, el
oxígeno, el hidrógeno y el nitrógeno constituyen el 99% de la materia
viva. Los movimientos de las sustancias inorgánicas que circulan por los
distintos niveles tróficos y pasan por el biotipo reciclándose continuamente
constituyen lo que se denomina ciclos biogeoquímicos.
Veamos a continuación los más importantes.
Ciclo
del Carbono.
El carbono es el primer y principal
elemento de la estructura de los seres vivos. Se encuentra combinado, es decir,
formado por compuestos como carbohidratos, grasas, proteínas y ácidos
nucleicos. Las plantas absorben el líquido dióxido de carbono del aire o del
agua, durante la fotosíntesis la transforman en compuestos orgánicos llamados
azúcares como los vegetales.
Ciclo del Nitrógeno.
El nitrógeno es un elemento abundante
en la atmósfera y en el suelo, pero la mayoría de los organismos no puede
utilizarlo directamente; por tanto es necesario que se convierta en compuestos
simples mediante un ciclo en el que intervienen varios tipos de bacterias,
hongos, plantas y animales. El nitrógeno atmosférico es captado por las
bacterias nitrificantes; estas lo transforman en nitratos y lo convierten en
proteínas. Las proteínas vegetales pueden pasar a los animales por medio de la
alimentación. Cuando las plantas y los animales mueren, las bacterias
desnitrificantes reintegran el nitrógeno al suelo y a la atmósfera.
Ciclo del
Agua.
El agua es la sustancia más importante
de la naturaleza. El agua recorre un ciclo que le permite circular sobre la
superficie del planeta. Este proceso recibe el nombre de ciclo hidrológico.
Durante la evaporación, la energía
solar convierte el agua líquida en vapor. La condensación consiste en la
transformación del vapor de agua en gotas o cristales de hielo. En la
precipitación el agua retorna a la tierra.
Flujo
de energía
El ecosistema se mantiene en
funcionamiento gracias al flujo de
energía que va pasando de un nivel al siguiente. La energía fluye a
través de la cadena alimentaria sólo en una dirección: va siempre desde el sol,
a través de los productores a los descomponedores. La energía entra en el
ecosistema en forma de energía luminosa y sale en forma de energía calorífica
que ya no puede reutilizarse para mantener otro ecosistema en funcionamiento.
La energía es la capacidad de realizar
un trabajo y el comportamiento de la misma la describen las leyes de la
termodinámica, que son dos:
La primera ley dice que la energía puede transformarse de una clase
en otra, pero no puede destruirse. Por ejemplo, la energía de la luz se
transforma en materia orgánica (leña), que a su vez se transforma en calor
(fuego) y luz; el calor se puede transformar en energía del movimiento
(máquinas a vapor); ésta en luz (dinamo que produce electricidad), y así
sucesivamente.
La segunda ley dice que al pasar de una forma de energía a otra
(energía mecánica a química a calor y viceversa) hay pérdida de energía en forma
de calor. Cualquier cambio de una forma de energía a otra produce
pérdidas por calor. De esto se deduce que un ecosistema no puede ser
autoabastecido de energía en el corto plazo y que todos los procesos naturales
son irreversibles en cuanto al flujo de energía, es decir, el flujo de energía
sigue una sola dirección.
De la
energía solar que llega a la superficie de un ecosistema se aprovecha sólo un 1
% aproximadamente, porque las pérdidas son considerables hasta llegar a la
producción primaria. En efecto, sólo el 45% de la luz disponible es absorbible
por los orgánulos fotosintéticos; una parte de la radiación potencial es
reflejada; otra parte es transmitida por los órganos vegetales, 0 sea, que pasa
por ellos, y la energía absorbida es transformada en calor.
En el
mismo ecosistema hay pérdida de energía, porque cerca de la mitad de la
producción primaria bruta es gastada por los productores en su metabolismo y se
pierde como calor, y sólo la otra mitad está disponible para los consumidores
como alimento (carbohidratos, celulosa, lignina, grasas, proteínas, etc.).
En la
cadena trófica, al pasar de un eslabón a otro, hay más pérdida de energía a
través de la respiración y los procesos metabólicos de los individuos, porque
el mantener vivo un organismo implica gastar, en forma de calor, parte de la
energía captada; las sustancias no digeribles, que son excretadas o
regurgitadas y descompuestas por los detritívoros; y la muerte de individuos,
que ocasiona pérdidas, pero la energía es devuelta, en parte, por los
desintegradores.
La
fotosíntesis de las plantas verdes es el proceso fundamental mediante el cual
la energía solar es transformada en materia orgánica, que mantiene todas las
formas de vida sobre la Tierra.
Sin la
energía solar no sería posible la vida, y el día en que el Sol cese de producir
energía, también se acabará la vida en nuestro planeta indefectiblemente, al
menos en forma generalizada. Naturalmente esto sucederá dentro de unos 7000
millones de años.
El 99.98%
de la energía disponible sobre la superficie de la Tierra proviene del Sol, la
restante de las mareas, de la nuclear o atómica, de la termal o sea del calor
del interior de la Tierra, y de la gravitacional o sea la fuerza de la
gravedad. La radiación solar, que llega a la superficie terrestre, varía según
la latitud (a mayor distancia de la línea ecuatorial menor radiación), la
altura sobre el nivel del mar (a más altura más radiación), la orografía
(valles profundos tienen menos horas de sol) y la nubosidad (a mayor nubosidad
menos radiación), influenciando fuertemente en el tiempo y el clima.
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La Biomasa
La masa total de materia organica de
los seres vivos de un ecosistema se denomina biomasa. También puede hablarse de
la biomasa de un nivel trófico o de una población. Su medida se expresa en
gramos de materia orgánica por unidad de superficie o volumen.
La biomasa como fuente de energía.
Las plantas usan el sol para crecer.
La materia orgánica de la planta se llama biomasa y almacena a corto plazo la
energía solar en forma de carbono. La biomasa es parte del ciclo natural del
carbono entre la tierra y el aire.
Existen muchas fuentes de energía
clasificables bajo el concepto de biomasa, así como diversas técnicas para su
conversión en energía limpia.
Evidentemente, son estas formas
modernas de aprovechamiento las que pueden ser utilizadas para la obtención de
energía limpia, nada que ver con las formas tradicionales (leña, excrementos,
etc.), en muchos casos insostenibles, que todavía se emplean ampliamente en
países empobrecidos, y que aún constituyen más del 10% del consumo mundial de
energía primaria.
Lo importante es que deben ser un beneficio
medioambiental y no generar otros problemas: no se deben incinerar los residuos
inorgánicos ni usar transgénicos.
En el concepto de biomasa no
se debe incluir la turba, que a efectos de emisiones de CO2 equivale a un
combustible fósil; además, dados los impactos ambientales derivados de la
explotación de turberas, no se podría considerar energía renovable la obtenida
de esta fuente de energía.
La biomasa es la fuente de energía
renovable que más aportación puede realizar, junto con la eólica, en la próxima
década con una serie de criterios.
Biomasa puede ser:
Residuos agrícolas: paja, orujos...
Residuos forestales: ramas finas...
Restos de madera de las industrias forestales: astillas, aserrín...
Cultivos energéticos: cardos, leguminosas.
Residuos ganaderos: purines y otros excrementos del ganado.
Pirámides Tróficas
Un concepto muy importante
es el de biomasa.
Un principio general es que, mientras más alejado esté un nivel trófico de su
fuente (detrito o productor), menos biomasa contendrá (aquí entendemos por
biomasa al peso combinado de todos los organismos en el nivel trófico). Esta
reducción en la biomasa se debe a varias razones:
1.
No
todos los organismos en los niveles inferiores son comidos
2.
No
todo lo que es comido es digerido
3.
Siempre
se pierde energía en forma de calor
Una representación muy útil
para estudiar todo este entramado trófico son las pirámides de biomasa, energía o nº de individuos. En ellas se
ponen varios pisos con su anchura o su superficie proporcional a la magnitud
representada. En el piso bajo se sitúan los productores; por encima los
consumidores de primer orden (herbívoros), después los de segundo orden
(carnívoros) y así sucesivamente.
Hay unas pocas excepciones
al esquema de pirámide de biomasa. Una de ellas se encuentra en sistemas
acuáticos donde las algas pueden ser superadas, en número y en masa, por los
organismos que se alimentan de las algas. Las algas pueden soportar la mayor
biomasa del siguiente nivel trófico solamente porque ellas pueden reproducirse
tan rápidamente como son comidas. De esta manera, ellas nunca son completamente
consumidas. Es interesante notar que esta excepción a la regla de la pirámide
de biomasa también es una excepción parcial a por lo menos 2 de las 3 razones
para la pirámide de biomasa dadas arriba. Aunque no todas las algas son
consumidas, sí lo son la mayoría de ellas, y aunque no son totalmente digeribles,
las algas son, en términos generales, mucho más nutritivas que las plantas
leñosas (la mayoría de los organismos no pueden digerir la madera y extraer
energía de ella).
Es la representación grafica de las relaciones
cuantitativas de números de organismos, biomasa o flujo de energía entre los
niveles tróficos de un ecosistema.
A raíz de las grandes cantidades de energía y biomasa que
se disipan en cada nivel trófico, estos diagramas casi siempre adoptan la forma de pirámides.
Niveles tróficos del ecosistema
Un nivel trófico es la posición de una especie en la red alimenticia (cadena alimenticia), es decir, su nivel de alimentación, por lo tanto el paso de energía de
un organismo a otro ocurre a lo largo de una cadena trófica o alimentaría, es
decir, una secuencia de organismos relacionados unos con otros como presa y
depredador.
El conjunto de seres vivos de un
ecosistema que obtienen la materia y la energía de un modo semejante se denominan
niveles tróficos. Existen los siguientes niveles tróficos:
Productores: Son los seres autótrofos,
que captan la energía solar y la utilizan para transformar la materia
inorgánica en materia orgánica es decir, son aquellos organismos que son capaces de crear o
producir sus propios alimentos (plantas).
Consumidores: Son los seres heterótrofos
que obtienen la materia y la energía alimentándose de los productores.
Existen varios tipos:
Consumidores
primarios:
Herbívoros, se alimentan directamente de los productores.
Consumidores
secundarios:
Carnívoros, se alimentan de los consumidores primarios.
Consumidores
terciarios:
Se nutren de los consumidores secundarios.
Descomponedores: Son las bacterias y los
hongos, que descomponen los restos orgánicos e inorgánicos de otros seres vivos
y los transforman en materia útil para los productores.
Cadenas tróficas:
Para representar de forma lineal las
relaciones alimentarias que se establecen entre los distintos niveles tróficos,
se utilizan las cadenas tróficas.
Y podemos decir: Es la transferencia de energía
alimenticia desde su origen, en las plantas a través de una sucesión de
organismos, cada una de los cuales devoran al que le procede y es devorado a su
vez por el que le sigue.
El fitoplancton sirve de alimento al zooplancton.
El
zooplancton sirve de alimento a los peces pequeños y a la ballena inclusive.
Los
peces pequeños sirven de alimento a los más grandes (¿de ahí vendrá el dicho
“el pez grande se come al chico”?).
Los restos de las plantas y
animales sirven de alimento a los hongos y las bacterias.
Los hongos y las bacterias, con
su acción, sirven de alimento a las plantas verdes, ya que se convierten en
sales minerales.
Redes tróficas
Normalmente, un consumidor se alimenta
de más de una especie del nivel inferior y sirve de alimento a varios
individuos del nivel superior. Entre las distintas cadenas alimentarias se
establecen varias conexiones; por eso, para explicar gráficamente ese complejo
entramado de relaciones, en lugar de cadenas es más correcto hablar de redes
tróficas.
Desaparición de un eslabón
Una cadena alimentaria en sentido estricto, tiene varias
desventajas en caso de desaparecer un eslabón:
1. Desaparecerán con él todos los eslabones siguientes
pues se quedarán sin alimento.
2. Se superpoblará el nivel inmediato anterior, pues ya
no existe su predador.
3. Se desequilibrarán los niveles más bajos como
consecuencia de lo mencionado en 1) y 2).
4. En realidad esto rara vez ocurre porque las cadenas alimentarias en
sentido estricto no existen;
cuando desaparece un eslabón otros consumidores ocupan su lugar. (…)
Los parámetros tróficos
Los parámetros
tróficos permiten evaluar la acumulación y transferencia de energía o materia
que se produce en un ecosistema.
Nos informan del flujo de energía que fluye por el
ecosistema en su conjunto o de un nivel trófico a otro. Hay varios parámetros
de interés:
Biomasa (B). Es la masa seca
o húmeda de todos los organismos que forman un nivel trófico o un ecosistema,
por unidad de superficie o volumen.
Producción (P). Es la cantidad
de energía que se almacena en forma de biomasa en cada nivel trófico, o en el
ecosistema, por unidad de superficie o volumen y por unidad de tiempo. Dentro
de la producción, distinguimos producción bruta y producción neta.
Producción bruta
(PB): Es la cantidad total de energía capturada por un nivel trófico
determinado y por unidad de tiempo.
Producción neta
(PN): Es la cantidad total de energía captada por un nivel trófico determinado
y por unidad de tiempo, tras descontar la energía gastada en la respiración
celular (R); es decir, es la energía que realmente se convierte en biomasa por
unidad de tiempo, y que puede ser aprovechada por otros niveles (PN = PB – R).
En función del nivel trófico, también podemos distinguir
entre producción primaria y producción secundaria:
Producción
primaria: es la energía captada por los productores de un
ecosistema.
Producción
secundaria: es la energía captada por los consumidores mediante la
alimentación.
Biomas
La interacción de diversos factores físicos, como el
clima, la estructura de la corteza terrestre, los tipos de suelo, los recursos
hídricos, la latitud, altitud, exposición al Sol, salinidad y muchos otros,
determinan la clase de vida que se da en los diferentes lugares.
Los
biomas son las regiones ecológicas definidas en términos de la vida animal y
vegetal (fauna y flora) que albergan. Se identifican fundamentalmente por el
tipo de vegetación que prevalece, dependiendo de la zona climática en la que se
encuentre.
Los biomas
acuáticos pueden ser marinos (agua salada) o dulceacuícolas.
Los
biomas acuáticos son todos aquellos ecosistemas que
tienen por biotopo algún cuerpo de agua, como pueden
ser ríos, lagos, pantanos y demás fuentes.
Los dos tipos más destacados son: Los biomas marinos y los
biomas de agua dulce.
En
un biomas acuático el número de especies vegetales y
animales que habitan en él, es menor que en uno terrestre. La base nutritiva
está en el fitoplancton y en el zooplancton.
Los biomas marinos son básicamente 2: el oceánico o
pelágico y el litoral o nerítico, caracterizados por la diferente profundidad
que alcanzan las aguas y por la distancia a la costa. La zona litoral se caracteriza
por la luminosidad de sus aguas, escasa profundidad y abundancia de nutrientes.
En ella se concentran algas, moluscos, equinodermos y arrecifes de coral, Tortugas, focas y peces óseos son comunes aquí. La zona pelágica se
caracteriza por tener una banda iluminada pero también grandes profundidades
sin luz. En estas regiones los seres acuáticos se han adaptado a vivir sin ella
y a estar sometidos a grandes presiones.
Los biomas dulceacuícolas son básicamente 2: las aguas
estancadas (lenticas) de lagos y lagunas y las aguas
corrientes (loticas) de ríos y arroyos. De la superficie del planeta, el 70% de su superficie
está ocupado por los océanos. Del restante 30%, que corresponde a tierras emergidas, un 11% de esa
superficie se halla cubierto por los hielos, lo que se puede
clasificar como desierto helado, y el 10% lo ocupa la tundra.
Principales Biomas Marinos:
Plancton: Grupo heterogéneo de seres que incluye gran
variedad de organismos y larvas que van a la deriva por la superficie de las
aguas, debido a que no pueden desplazarse contra la corriente. Su movimiento
depende de las corrientes marinas, las mareas y el oleaje.
El
plancton vegetal o fitoplancton es el encargado de producir la mayor parte del
oxígeno de la atmósfera. Se
desarrolla en las aguas costeras del mar con luz solar y sales minerales abundantes
(aguas de hasta 30 m de profundidad), dado que elaboran su alimento por fotosíntesis.
Constituyen
el alimento del zooplacton y producen el 50% del oxígeno molecular necesario para la vida terrestre. Los
organismos que más abundan en el fitoplancton son las cianobacterias y las diatomeas, unas algas doradas
unicelulares. También encontramos a los dinoflagelados, responsables de las
mareas rojas.
Bentos: son las numerosas especies de
plantas y animales que viven en el fondo marino, ya sea desplazándose por este,
adheridas a un sustrato o inmersas en las arenas o lodos del fondo marino.
Entre
estas especies están la mayoría de las algas, los moluscos, muchos vermes
(gusanos marinos), crustáceos (picorocos, jaibas y camarones), equinodermos
(erizos, estrellas de mar, holoturias) y celenterados (medusas), entre muchos
otros.
Necton: son todos aquellos organismos
capaces de nadar y desplazarse por sus propios medios, como los peces,
calamares (moluscos cefalópodos de grandes dimensiones) y los cetáceos (enormes
mamíferos marinos que respiran por una abertura dorsal llamada espiráculo).
El neuston: es el conjunto
de organismos microscópicos que componen el pleuston, y que los que viven en la interfase o límite con el
aire, es decir, en la superficie por tanto se encuentran en la capa superficial
que separa el agua de la atmósfera. Se denomina epineuston
a los organismos que viven en la fase aérea (sobre la película de agua), e hiponeuston a los de la fase acuosa
(por debajo).[][]
A partir de los años 1960 comenzó a estudiarse esta capa y el medio que lo
compone.[3] En ocasiones se
forman unas finas películas azuladas formadas por fitoplancton y bacterias con una actividad muy elevada, cuya duración no excede
de unas pocas horas. Estas formaciones esporádicas se denominan slicks y
pueden degradar el petróleo crudo en aguas contaminadas.[1]
Seston. Es un término adoptado recientemente y se aplica a la mezcla
heterogénea de organismos vivientes y no vivientes que flotan sobre las aguas.
Perifiton. Organismos
vegetales y animales que se adhieren a los tallos y hojas de plantas con raíces
fijas en los fondos.
El plancton
en la cadena trófica
El fitoplancton es el alimento
del zooplacton. Éste, sirve al mismo tiempo como alimento a equinodermos, crustáceos y peces en estado larvario. Estas
larvas al crecer sirven como alimento a bancos de pequeños peces que a su vez
alimentan a grandes planctívoros, como las ballenas o los tiburones ballena, y a peces
mayores que alimentan, a veces, en varios eslabones sucesivos, a los grandes
depredadores oceánicos, como son los cetáceos carnívoros, los tiburones, los atunes
o los peces espada. En proporción, una tonelada de estos últimos habrá
requerido, para su existencia y desarrollo, cinco mil toneladas de fitoplacton,
como parte de lo que se denomina cadena trófica.
Los Ecosistemas Acuáticos
La gama de
ecosistemas acuáticos es muy amplia: arrecifes de coral, manglares, ecosistemas
acuáticos litorales y de aguas someras, ecosistemas de mar abierto o los
ecosistemas de aguas dulces.
ECOSISTEMAS MÁS REPRESENTATIVOS
Playas arenosas, litorales rocosos, praderas de fanerógamas marinas,
arrecifes coralinos, comunidades de fondos blandos y bosques de manglar. El
Delta del Orinoco está constituido por un grupo muy complejo de ecosistemas
marinos, estuarios y dulceacuícolas, los hábitats son muy diversos pero hay muy
poca información disponible acerca de este sistema.
El inventario de especies animales que viven
permanentemente en el manglar o asociados a él, está lejos de estar completo,
por lo que requiere mayor estudio. En las áreas donde se han realizado
inventarios (7 en total) se han contabilizado 141 especies .Muchos manglares de
las costas de Venezuela, están asociados con extensos arrecifes coralinos
Ecosistemas de litoral.
En las
aguas poco profundas la luz penetra hasta el lecho marino, donde pueden crecer
las algas y otros organismos que aprovechan la luz solar. Otros animales se alimentan
de estos seres vivos. Algunos animales que habitan cerca de la costa son las
langostas y peces como el lenguado. Pero cerca de la costa también hay animales
que viven en mar abierto:
Los ecosistemas acuáticos incluyen las aguas de los océanos y las aguas
continentales dulces o saladas.
La oceanografía se ocupa
del estudio de los primeros y la limnología de los
segundos. En este último grupo no sólo se consideran los ecosistemas de agua
corriente (medios lóticos) y los de agua quieta (medios
lénticos), sino también los hábitats acuosos de manantiales, huecos de
árboles e incluso las cavidades de plantas donde se acumula agua y los
ambientes de aguas subterráneas. Cada uno
de estos cuerpos de agua tiene
estructuras y propiedades físicas particulares con relación a la luz, la
temperatura, las olas, las corrientes y la composición química, así como
diferentes tipos de organizaciones ecológicas y de distribución de los
organismos. Ballenas, tiburones, medusas… Un tipo especial de ecosistema marino
costero son los arrecifes de coral, en los que existe una gran variedad de
vida: corales, tortugas, esponjas, estrellas de mar, mejillones, aves marinas,
y muchos tipos de peces, por supuesto: pez loro, pez payaso…
Ecosistemas de mar abierto.
Como la luz
no llega hasta el fondo del mar, los animales abundan más en la zona cercana a
la superficie. Allí hay organismos microscópicos capaces de producir alimento a
partir de la luz del Sol y animales que se alimentan, a su vez, de estos
organismos microscópicos. El océano es el hogar de muchos peces, algunos
mamíferos, como el delfín, y reptiles, como algunos tipos de tortuga.
Hábitats de agua salada
Océanos: Los océanos son
los ecosistemas más grandes del planeta.
Algas marina, caracoles marinos, pulpos, peces, crustáceos (cangrejos,
langostas, etc.), anémonas de mar, tiburones, ballenas, y mucho, pero
mucho más. Tampoco hay que olvidarnos de aquellas bacterias
y hongos que consideran al océano dulce hogar.
Arrecifes de
coral: Los arrecifes de coral son barreras a lo largo de los continentes (como la Gran Barrera de Coral a poca distancia
de la costa de Australia).
El
coral (que de hecho parece estar hecho de piedras es un animal), peces, erizos,
pulpitos y estrellas de mar.
Los arrecifes de coral ubicados en los mares
cálidos, donde la temperatura media anual del agua es superior a los 20° C,
constituyen verdaderas barreras frente a las costas, dando origen a un
ecosistema formado por una gran variedad de especies de gran colorido.
Los
arrecifes están formados de corales, que son invertebrados marinos muy
primitivos pertenecientes al grupo de los celenterados, y que se caracterizan
por tener un exoesqueleto o esqueleto externo de carbonato de calcio. Los corales suelen vivir en
grandes colonias que agrupan a numerosos organismos denominados pólipos, que
poseen ocho o seis tentáculos que les permiten capturar a sus pequeñas presas,
pertenecientes al fitoplancton. A su alrededor, suelen tener algas pardas
unicelulares llamadas zooxantelas, que proveen al coral de carbonato de calcio
y almidones. A cambio, reciben de este nitrógeno y fósforo.
El crecimiento del arrecife está
condicionado a la luz que reciba, que permite a las zooxantelas realizar la
fotosíntesis. Las nuevas colonias de corales se desarrollarán sobre los
esqueletos calcáreos (duros) de los anteriores, manteniéndose siempre en
profundidades óptimas con relación a la temperatura del agua y la luminosidad.
Los arrecifes tienen dos
vertientes: la que da a mar abierto, que es la zona de crecimiento, y la
vertiente de la costa, de aguas tranquilas, donde se acumulan sedimentos que
pueden dar lugar a otro tipo de sucesiones.
.
Estuarios: Estos son donde
los arroyos o ríos desembocan en el océano. La mezcla del agua dulce con la
salada crea una concentración salina única.
Una variedad de
gusanos, ostras, cangrejos y diferentes
tipos de aves acuáticas (como las garzas, patos y gansos).
Ecosistemas de agua dulce:
Ríos,
charcas, lagos, marismas. En estos ecosistemas viven algas microscópicas que
sirven de alimento a renacuajos y otros pequeños animales. También existen
otros animales más grandes, como las ranas y otros anfibios, insectos como las
libélulas, reptiles como los caimanes y las tortugas, aves como la garza real o
peces, como el salmón.
Hábitats de agua dulce
Estanques y
lagos: tienen cualidades bastante similares, a excepción de que los estanques no
son permanentes. Los estanques por lo general son temporales al crearse durante
la temporada de lluvias y secarse pocos
meses después. Sin embargo, los lagos pueden durar por miles de años.
Tanto los
estanques como los lagos son hogar para diferentes especies de plantas marinas,
caracoles, almejas, insectos, crustáceos, peces, anfibios (ranas, salamandras,
tritones, etc.), tortugas, serpientes y una gran
variedad de aves.
Arroyuelos y
ríos: pueden generarse de diferentes maneras. Algunos son el producto
de un burbujeante manantial filtrándose de la tierra. Otros encuentran su
camino desde lo más alto de las montañas, ya sea de un lago a una elevación más alta o de la nieve en las cimas que se
derrite.
Muchos peces de agua dulce, como el salmón o
trucha, pueden encontrarse en estos medios de agua, al igual que algas, hongos
y otras plantas.
Pantano: Un cuerpo de agua
estancado, proporcionándole vida a diversas plantas marinas. Las marismas y las
ciénagas son tipos de pantanos.
Ranas, lagartos, serpientes y aves como los patos, pelícanos, garzas y pájaros
carpinteros.
El Ecosistema Marino
Más del 97 por ciento del agua del
planeta que en total cubre el 71 por ciento de la superficie terrestre corresponde
a las aguas saladas de océanos y mares, por lo que estamos hablando del
ecosistema más grande de la Tierra.
Toda la tierra que hay sobre los
océanos podría caber holgadamente debajo de él; el planeta quedaría totalmente
cubierto de agua. El Everest ubicado en la fosa de las Marianas estaría a dos
mil metros debajo de la superficie marina. Debajo de los océanos también hay
volcanes; el volcán Mauna Kea en una de las islas Hawaianas, mide desde su base
más de 10000 metros, siendo entonces la montaña más alta del mundo.
Los mares se formaron junto con el
enfriamiento del planeta, cuando el vapor se condensó sobre su superficie; al
agua superficial le fue añadida agua que manaba del interior del planeta. En un
principio contenía muchas sustancias disueltas: cloro, bromo, yodo, boro y
nitrógeno; con el tiempo y el desgaste de las rocas, más sustancias se
diluyeron, volviendo los océanos cada vez más salados.
Se sabe que la vida se originó en el
planeta hace unos 3500 millones de años por la datación de los fósiles que se
han encontrado; todavía viven algunos ejemplares muy antiguos; todos ellos son
organismos unicelulares, y representan el primer eslabón de la vida planetaria
pues transforman la materia mineral en orgánica.
Se los denomina fitoplancton, que en
griego significa plantas errantes, tienen multitud de formas (púas, lanzas,
enrejados) y suelen estar recubiertas o encerradas en diminutas conchas.
Junto a ellas vive el zooplancton, algunos
de entre ellos unicelulares pero que no contienen clorofila: comen materia
vegetal, y forman parte del reino animal; el zooplancton también incluye a
animales más grandes: gusanillos fosforescentes, medusas, cangrejos nadadores e
infinidad de pequeños camarones, denominado zooplancton permanente, y a larvas
de cangrejo, de estrellas de mar, de gusanos y moluscos, denominado zooplancton
temporal. Cada integrante de la masa flotante devora algas o animalillos.
Juntos forman el plancton, un “caldo viviente”
errante que es alimento de muchísimos animales mayores. Algunos de ellos
sencillamente lo devoran desde el fondo de las aguas no muy profundas, por
medio de tentáculos: como las anémonas, de brazos plumosos: como los percebes o de filtros
en su cuerpo: como las tridacnas
y ascidias; pero en océano profundo los animales que ingieren
zooplancton están obligados a ser activos nadadores, sin por ello tener que
avanzar rápido; el caldo es tan nutritivo que los planctófagos alcanzan tamaños
enormes, como el de la manta o el tiburón peregrino, 6 y 12 m
respectivamente; ambos usan un filtro de peines para retener el plancton y
hacer correr el agua.
Con relación a la profundidad, el
océano se divide en:
La zona fótica. Que
es aquella que permanece iluminada por el sol y que llega a alrededor de los
doscientos metros de profundidad.
La zona afótica. Que es oscura,
porque no recibe los rayos solares. Se inicia en los doscientos metros de
profundidad.
En la zona afótica hay una nueva división:
La zona batial. Que llega a alrededor de los
dos mil metros de profundidad y que está influida por los movimientos
ascendentes y descendentes de las masas de agua.
La zona abisal. Zona
más profunda que sigue a la batial, en la que las aguas permanecen tranquilas. Se denomina abisal
a aquella fosa marina donde
la luz no llega.
El término abisal se
refiere en biología y geología, a todo aquello que se
encuentra a gran profundidad bajo la superficie del océano, donde no penetra la luz del sol y donde existe una fauna escasa y característica. La
palabra abisal procede de abismo, lugar profundo y oscuro. Esta región se
caracteriza por un ambiente frío, presión hidrostática extremadamente elevada,
escasez de nutrientes y ausencia total de luz. Una fosa abisal se forma cuando la corteza
oceanica subduce bajo la corteza continental con un leve ángulo de inclinación
lo que produce ruptura de la litosfera y la formación de una fosa.
La zona o
región abisal es un ambiente submarino, limitado por la zona pelágica, que
comienza a partir de los 5000 metros de profundidad y se extiende hasta los
11000 metros correspondientes a las fosas
oceánicas. Esta zona morfológica de la geografía del fondo marino ocupa un 3% del
área total de los océanos. Se puede situar en cualquier punto entre los 2000 y
los 5000 metros.
La fauna
abisal está formada por peces extraños con
apariencia monstruosa como: Argyropelecus, Idiacanthus, Melanocetus,
Saccopharynx, Chauliodus, Cryptosaras.
Considerando la distancia
respecto a la costa, se distingue entre la zona nerítica y la pelágica.
Zona Neritical: Es el estrato de agua poco profundo (hasta los 200 m de profundidad) y
bien iluminado que se encuentra encima de la plataforma continental
Especies de la
Zona Neritica.
Moluscos, gusanos poliquetos, algas, esponjas, además de medusas,
calamares, peces, ballenas y otros animales nadadores
Comprende toda el agua que está
sobre la plataforma continental y se subdivide en:
Supralitoral: está situada por encima de las
altas mareas; no es bañada por el agua de mar.
Mesolitoral: es
aquella que se encuentra entre las líneas de marea más alta y la más baja. En
esta zona se produce un ecotono,
es decir, que limitan dos ecosistemas, el terrestre y el marino, por lo que hay
una gran biodiversidad
En
nuestro país la zona mesoliteral está ocupada principalmente por diversas
especies de algas, como el
cochayuyo, luche, huiro, chascones y el alga calcárea rosada; moluscos, como los caracoles (grupo en
el que se incluyen la lapa, el loco y diversas especies de caracolillos), los
bivalvos (como los choritos, almejas, machas, culengues, choros zapatos,
cholga, choro, ostiones y ostras, entre otros), y otros moluscos (como los
apretadores o chitones, de un grueso caparazón compuesto de varias placas, que
se alimenta de algas, y los pulpos). actinias
o potitos de mar, que despliegan sus coloridos tentáculos para atraer a
incautas presas; poliquetos, que
son un grupo de gusanos marinos; numerosos crustáceos, como las jaibas, camarones, gambas, langostas, pulgas
de arena o limanches, picorocos, centollas, cangrejos y langostinos; los equinodermos, que son grandes
depredadores de moluscos, como las estrellas y soles de mar, o tranquilos
herbívoros como los erizos, pepinos de mar, ofiuros y lirios de mar; y los cordados, entre los que están el piure
y algunos peces como el pejesapo, el Chancharrfo y elbagre.
Diversas
especies de aves y mamíferos se alimentan en esta zona, aprovechando la riqueza
de los recursos de flora y fauna existentes.
Sublitoral o infralitoral: esta zona está más allá del
límite de la marea más baja y continúa hasta el término de la plataforma
continental.
En esta parte de las costas
encontramos fauna del fondo del mar, o
bentos, y organismos acuáticos que nadan libremente, o necton, y en la superficie el plancton, que sustenta en gran medida
el ecosistema marino.
Entre las especies bentónicas
están las esponjas, corales, vermes o gusanos marinos (planarias, nemertinos,
nematodos y poliquetos), algunos moluscos como el loco, equinodermos como el
erizo rojo y también holoturias o pepinos de mar.
Entre los vertebrados de esta
zona encontramos peces, que en el litoral chileno superan las mil especies,
como los congrios dorado, colorado y negro, distintas especies de merluzas,
jurel, sardina, anchoveta, sierra, cojinovas del norte, sur y moteada, corvina,
albacora y tollo; aves marinas que suelen seguir a los barcos pesqueros, como
los petreles, albatros, golondrinas de mar y fardelas; reptiles, cinco especies
de tortugas de mar que suelen llegar de vez en cuando a este litoral, y la
curiosa y muy venenosa víbora de mar de origen tropical, que en Chile solo se
encuentra en las costas de la Isla de Pascua; y mamíferos, como nutrias, lobos
de mar, focas, cetáceos con dientes u odontocetos (delfines, toninas,
calderones y cachalotes) y con barbas o misticetos (ballenas y rorcuales)
Zona Pelágica,
oceánica o de alta mar
Va desde donde termina la plataforma continental y
comienza el talud continental hacia el interior es decir, es el océano abierto. De
acuerdo a la profundidad se divide en cuatro subzonas:
Fótica o epipelágica: desde la superficie hasta cerca
de los cien metros de profundidad. Es donde se concentra la mayor parte de la
vida marina.
Mesopelágica: va desde los cien metros hasta
los mil. En esta zona la luz escasea hasta llegar a la oscuridad. La presión es
de cien atmósferas en la parte más profunda. Es habitada por grandes calamares,
perseguidos y comidos por los cachalotes que bajan desde la superficie, y peces
de profundidad, dotados de órganos bioluminiscente.
Batipelágica:
se encuentra entre los mil y los cuatro mil metros. La oscuridad es total y la
vida es escasa y poco conocida. Hay muy poco oxígeno disuelto y la temperatura
es baja y constante.
Abisopelágica: bajo los cuatro mil metros hasta el fondo de las
fosas oceánicas. La ausencia de oxígeno es mayor. En esta zona solo pueden
sobrevivir animales de metabolismo lento, como las holoturias y ciertas
bacterias descomponedoras que no necesitan oxígeno para sobrevivir.
Conclusión
Un ecosistema es todo el complejo de organismos y de los ambientes
físicos que ellos habitan. También es una maquina termodinámica gigante que disipa
energía continuamente en forma de calor. Esta energía entra al ámbito biológico
del ecosistema a través de la fotosíntesis y la producción vegetal, que proveen
energía a los animales y a los microorganismos no fotosintéticos.
Los ecosistemas han sido desequilibrados por la acción
antrópica.
En esa búsqueda de alimento y modernización de la
agricultura se ha tenido que utilizar energía adicional en grandes cantidades
debido a la gran remoción de la biomasa
y energía potencial la cual proviene de fuentes no renovables y esto trae como
consecuencia cambios fundamentales que no pueden mantenerse a largo plazo,
desequilibrando los ecosistemas.
La agricultura
convencional ha destruido y modificado
la diversidad de la especies, deteriorando los ecosistemas, la introducción de
los nutrientes es de forma química sintética la cual ha traído como
consecuencia la salinización y deterioro de los suelos, la introducción de
plagas resistentes y la contaminación de los ecosistemas acuáticos.
Para mantener el buen funcionamiento de los ecosistemas y
marcar el éxito de los mismos se debe tomar en cuenta que el flujo de energía entre las partes y el
ciclo de los nutrientes, proviene del
sol y es capturada por las plantas
convirtiéndola en biomasa, es importante intentar disminuir los desequilibrios
ocasionados por el aporte extra de energía y nutrientes hechos a los sistemas agrícola y esta acción se logra utilizando como insumos de cada uno
de los subsistemas los subproductos generados en otros subsistemas.
El efecto final de estas prácticas es disminuir las entradas
y salidas artificiales de los sistemas
agrícolas y apuntar
hacia ese aumento de las relaciones complejas entre los componentes
de la agrobiodiversidad y se debe emplear el término de sustentabilidad
ecológica expresada como la permanencia de la base de los recursos naturales en
el largo del tiempo, aplicando nuestras tecnologías autóctonas y ancestrales
por lo tanto podemos decir:
A
los fines de la aplicación de la Agroecología en los agroecosistemas nos
permite realizar, una estrategia
endógena de producción integral sustentable ecológicamente. En este sentido una
perspectiva agroecológica, conducente a garantizar una producción agrícola
respetuosa al entorno ambiental y cultural; No solo tomando en cuenta una
perspectiva socioeconómica, sino también la ecológica, donde el compromiso social y la
responsabilidad política y técnica van unidos, con la finalidad de dar
respuesta al desarrollo agrícola con el establecimiento de agroecosistemas
sustentables.
Esta agricultura con
enfoque agroecológico, que cuya
modalidad incorpora un nuevo elemento es una forma de hacer agricultura
orgánica y ecológica, diferenciándola de la agricultura convencional, la cual se hace más justa, al añadir nuevas
fuentes de nutrientes obtenidas del reciclaje
de residuos orgánicos, tecnologías sostenibles y sustentables de producción y
manejo ambiental, aprovechando todos los
recursos de sus predios y trabajando en armonía con el ecosistema, permitiendo minimizar los problemas comunes que
confrontan los cultivos bien sea disponibilidad de agua, calidad de suelos,
manejo de hierbas no deseadas, control de plagas y enfermedades de una forma
integrada, es económicamente más viable al disminuir el uso de agrotóxicos los
cuales son dañinos y muy costosos, degradan los suelos salinizándolos y
acarreando como consecuencia suelos infértiles, cultivos y aguas
contaminadas.
“Para realizar
cualquier análisis de los flujos de energía en los ecosistemas, debemos definir
Energía: Es la destreza para hacer un trabajo y dicho trabajo ocurre cuando una
fuerza actúa sobre un cuerpo durante alguna distancia y tener en cuenta la
leyes de la termodinámica:
Primera Ley de la Termodinámica: La energía no se crea ni
se destruye sino que simplemente se transforma.
Segunda Ley de la Termodinámica: cuando la energía se
transfiere o se trasforma, parte de ella se convierte en una forma que no puede ser usada en otra forma y no está
disponible para hacer ningún tipo de trabajo.” (Fundamentos de la Ecología, www.mit.ocw.iniversia.net.
2009)
La función que cumplen los flujos de energía y el ciclo
de los materiales son iguales, ya que guardan relaciones todos los elementos,
necesitan fuentes de energía la cual
fluye a través de sus distintos componentes físicos y químicos, pero se debe
destacar que su principal energía es la solar.
La
agroecología, interacciona los sistemas
bien sea los sistemas sociales,
ambientales, culturales, políticos, ecológicos para crear un sistema
diverso y sustentable protegiendo los procesos locales, aplica métodos de
desarrollo rural, técnicas de bajos insumos externos.
En los ecosistemas rara vez hay límites definidos entre ellos y casi nunca
están del todo aislados. Muchas especies ocupan y son parte de dos o más
ecosistemas al mismo tiempo, o se trasladan de uno a otro en diferentes épocas, como ocurre con las
aves migratorias. Al pasar de un ecosistema a otro, se observa una gradual
disminución de las poblaciones de la comunidad biótica del primero y un aumento
en las de las que sigue. Así, los ecosistemas se superponen gradualmente en una
región de transición conocida como ecotono,
que comparte muchas de las especies y las características de los ecosistemas adyacentes.
Los ecotonos también suelen reunir condiciones peculiares que sustenten
especies vegetales y animales distintivas; por ejemplo, consideremos las áreas
pantanosas que a menudo se encuentran entre las aguas de los lagos y la tierra.
Así, los ecotonos pueden estudiarse como ecosistemas por su propio derecho.
Más aún, lo que ocurra en un ecosistema influirá sin duda en otros; por
ejemplo, las pérdidas y la fragmentación de los bosques han trastornado las
rutas de migración y ha causado disminuciones violentas en la población.
Hay una gran
variedad de ecosistemas acuáticos y de inundación (marismas, pantanos,
etcétera) que están determinados ante todo por la profundidad, la salinidad y
la permanencia de las aguas. Y también hay varios ecosistemas marinos
(oceánicos) determinados por la profundidad, la textura del fondo (lodo o bancos rocosos) y el monto de los nutrientes, así como la temperatura de las
aguas. Así, estos ecosistemas dependen más de agentes ambientales locales que
de factores climáticos generales, como ocurre con los biomas terrestres.
Los biomas,
marinos, todos están relacionados y son interdependientes. Los biomas
terrestres están vinculados por el flujo de los ríos que los atraviesan y por
la migración de animales. Los sedimentos y los nutrientes deslavados del suelo
enriquecen o contaminan el océano. Las aves marinas y los mamíferos unen los mares con la tierra, todos los biomas comparten una atmósfera y un solo ciclo del agua.
.